miércoles, 26 de agosto de 2009

Fanfic Crepúsculo (MOONLESS)

Hola de nuevo!! Esta es mi segunda entrada y para celebrarlo, voy a colgar mi historia, un fanfic basado en la continuación de Amanecer llamado Moonless ¡espero que os guste!

MOONLESS:

CAPÍTULO 1: De vuelta a casa

-¿Falta mucho?
- Nessie, falta lo mismo que hace dos minutos.- respondió mi padre.
- Lo siento. Tengo ganas de llegar, eso es todo. Echo de menos los fríos bosques de Forks.
- Lo sé, créeme que lo sé.
No me lo podía creer. ¡Por fin volvíamos a Forks! Después de cinco años desde que nos fuimos de allí. Ya era horade volver.
Por fin iba a poder volver a ver a mi familia. Por supuesto que de vez en cuando veía a los otros Cullen, pero solo para cumpleaños o navidades. Mis padres y yo habíamos estado viviendo durante el último año en la isla Esme. Mi madre, Bella, me conto que aquella isla era un regalo que mi abuelo Carlisle, le había hecho a mi abuela Esme por su boda.
De pronto, los rostros de toda mi familia cruzaron mi mente:
Mi tío Emmett, siempre con su sonrisa puesta. Él siempre me cogía entre sus musculosos brazos cada vez que nos veíamos. Cualquier otra persona habría huida al verle acercarse corriendo con sus enormes brazos, pero yo siempre me reía cuando se acercaba a mí de esa manera.
Mi tía Rosalie, tan hermosa como siempre. ¡Qué envidia me daba! Verla siempre con su gran melena rubia ondeando detrás de ella. Recuerda cuando era pequeña ella siempre estaba a mi lado. ¡Y qué cariño ponía cada vez que me peinaba los rizos!
Mi tía Alice, quien por cierto odiaba que le llamara tía. Decía que le hacía sentirse vieja. Pero como no iba a sentirse vieja si casi llegaba al siglo de vida. Pero en fin, la echaba muchísimo de menos. Hermosa y frágil. Así es el aspecto que tiene ella ante los demás. Pero quien la conoce sabe que puede llegar a ser letal. Eso es lo que más me fascina de ella.
¡Pero, no soporto lo suyo con la ropa! No exagero cuando digo que me compraba más de cincuenta vestidos a la semana. ¡Yo tenía más ropa que mis dos padres juntos!
También echo de menos a mi tío Jasper. Aunque es muy callado y reservado es un buen hombre. Lo que era capaz de hacer con su don me fascinaba. Era capaz de calmar a las personas ( cosa que me ha salvado mil veces de castigos por comportarme mal a causa de un enfado). Él siempre estaba dispuesto a ayudarme.
A Esme, mi abuela, solo hay una palabra que la describa: maternal. Ella siempre a sido muy cariñosa y amable con todo el mundo, incuso con desconocidos. La gente así suele ser muy tonta y se deja engañar por cualquiera, pero ella no. Sabe lo que planea hacer cada uno sin contar con el genial don de Alice de ver el futuro.
Y por último, mi abuelo Carlisle ( aunque la palabra abuelo, al igual que en el caso de mi abuela, implica tener el pelo canoso y arrugas) tan guapo como un actor de cine. Ni una sola arruga marca ni marcará su rostro. Lo mismo que les ocurre a los demás Cullen y lo mismo que me pasará a mi cuando deje de crecer.

Les echo muchísimo de menos a todos. Pero también hay gente a la que llevo mucho más tiempo sin ver a la que también llevo mucho tiempo sin ver.
Como mi abuelo Charlie (quien si que tiene arrugas). Desde que me fui de Forks solo le había visto un par de veces. É l era una de las razones por las cuales volvíamos. Mi madre llevaba queriendo volver desde hacía tiempo, pero estábamos demasiado lejos.
Luego también estaban los quileute, los indios de la reserva de la Push. Los hombres lobo. Seth, Quil, Embry, Jared, Paul, Sam, Emily, quien según mamá estaba embarazada de gemelos.
Y Jacob. Jake. aunque no lo admitiera era al que más echaba de menos. Él siempre había estado conmigo. Al principio él era un amigo, después se volvió como un hermano para mi. Tanto que era a él al que le contaba como me sentía al no encajar en ningún colegio. Como me sentía al mudarme antes de aprender a que habitación daba cada puerta.
Todo era normal hasta que un día, sentados en el jardín en mi casa de San Diego, se me ocurrió la estúpida idea de contarle que me gustaba un chico de mi instituto...
Un frenazo me sacó de mis pensamientos. Era extraño, mi padre nunca tenía problemas para conducir. Nunca le habían puesto una multa. Me giré para ver que le pasaba. Tenía una expresión de ira contenida y sus manos asían fuertemente el volante del coche. Me pregunté qué le podía haber hecho dar ese frenazo que, de haber sido completamente humana, me habría dejado un cardenal con la forma del cinturón de seguridad.
Entonces lo compredí.
Mi padre había estado leyendo mis pensamientos. ¡Qué estúpida había sido! Había estado ocultándoselo para que no se enfadara, pero no había servido de nada.
De todas formas tampoco era para ponerse así.
Lo único que pasó fue que después de contarle a Jacob que me gustaba ese chico, estuvo sin hablarme tres días. Nunca supe el motivo.
- Por eso me enfado - dijo mi padre - él no tenía porque dejar de hablarte.
Volvió a pisar el acelerador y seguimos nuestro viaje. La expresión de su cara parecía más serena pero seguía sujetando firmemente el volante.
Suspiré.
Ya faltaba poco para llegar. Me pasé el resto del viaje pensando que sería lo primero que haría cuando llegara a casa cuando mi padre dijo:
- Ya hemos llegado Nessie - Por el tono de su voz, supe que estaba completamente relajado. Es más, estaba feliz muy feliz.

CAPÍTULO 2: Reencuentro

Bajé del coche sin apartar la vista de la gran mansión blanca que había frente a mi. Estaba tal y como la recordaba.
Mamá y Alice nos esperaban frente a la casa. Ellas dos habían ido antes para limpiar la casa. Segura que ya estaría todo listo.
- ¡Nessie! - chilló Alice mientras me abrazaba con sus delgados brazos - te he echado de menos.
- Yo también a ti Alice - le dije. Como era de esperar, no había cambiado nada. Su pelo negro seguía estando en punta e igual de corto. También seguía siendo pequeña en cuanto a estatura. No era más de dos centímetros más alta que yo.
- ¿Qué tal te ha ido el viaje cielo?- me preguntó mamá.
- Bastante bien. -
- ¿ Dónde está Edward? -
- Sacando las maletas.
- Esto Nessie... vente dentro conmigo. Seguro que estás cansada.- me dijo Alice
La seguí hacia el interior. Parecía tener ganas de entrar en la casa. Me giré hacia atrás y lo entendí. Aunque volví rápidamente la cabeza, pude ver como mi padre besaba a mi madre. Ahora encendía porque papá había estado de tan mal humor. Llevaba unos cuantos días sin ver a mamá. El estar separados les ponía de mal humor.
- Dime Alice ¿qué tal están los demás? -
- Muy bien. - me respondió - Tienen muchas ganas de verte. Estarán aquí mañana por la mañana.
- Genial-
- Oye porque no te vas a la cabaña y descansas un poco. Pareces agotada.- me ofreció
- Vale. Llámame si necesitas algo.
Eché a correr en dirección a la cabaña. Llegué allí enseguida.
Todo estaba igual que cuando nos fuimos salvo que en mi habitación en vez de mi antigua cuna ahora había una cama.
Me tumbé sobre ella. Iba a coger un libro pero decidí descansar. Mañana sería otro día. Mi familia estará reunida otra vez. Iría a ver a mi abuelito y quizá bajaría a la Push a ver a Jacob. Quería seguir planificando el resto del día pero caí en un profundo sueño.
Me desperté cuando mi reloj marcaba las siete y media. Me vestí rápidamente con la esperanza de que ya hubieran llegado todos.
Salí precipitadamente hacia la mansión.
- ¡¿Hola?!- pregunté al llegar. Nadie respondió.
Estaba a punto de irme cuando unos brazos me rodearon por detrás.
- ¡¡Nessie!! ¿qué tal estás preciosa? - me preguntó una voz grave a la vez que musical.
- ¡¡Tío Emmett!! Me alegro de verte - le dije mientras le abrazaba - ¿dónde está Rose?
- ¡¡ Nessie cielo!! estás guapísima - me dijo Rose mientras aparecía detrás de Emmett y me besaba en la frente.
- ¿Y Jasper? ¿No venía con vosotros? - les pregunté.
- No - respondió Emmett - tardará un poco más en llegar.
- ¡Em! ¡Rose! - era la voz de mi padre - bienvenidos de nuevo.
Ambos le abrazaron mientras yo le preguntaba:
- Papá ¿dónde están mamá y Alice? -
- Se han ido a Port Ángeles. Tenían compras que hacer.
Iba a volver a la cabaña cuando alguien entró por la puerta.
- Hola mamá. Hola Alice - las saludé.
Emmett y Rosalie las abrazaron a ellas también.
- Nessie - dijo mamá - vamos a ir a ver a Charlie ¿te quieres venir?
- ¡Claro!
Llegamos enseguida a la vieja casa de mamá. Charlie ya estaba en el porche esperándonos.
- Nessie has crecido un montón. Estás guapísima - me dijo mientras me daba un beso en la frente.
- Gracias abuelo. Hola Sue - ella me saludó con un abrazo.
- Bella cariño, te he echado de menos.
- Yo también a ti papá.
- Edward me alegro de verte chaval.
- Gracias Charlie. Yo también me alegro de verte.
- Pasad vamos. - dijo Sue - Además tenemos visita.
Dí un respingo cuando oí eso. Si hubiera sido alguien del pueblo Alice nos lo hubiera dicho antes de salir de casa. A no ser que fuera alguien al que ella no pudiera ver como a un licántropo.
-¡¡ Nessie!! - la grave voz de Jacob se debió de oir por todo el pueblo. De repente me vi rodeada por unos musculosos brazos. Así como los de Emmett eran helados, los de Jacob eran la mar de cálidos.- Te he echado de menos pequeña.
- Yo también a ti Jake.- Le rodeé fuertemente con mis brazos. Estaba con Jacob, con mi familia y en casa. Era todo cuanto me importaba.

Bueno espero que os hayan gustado. Los tengo todos escritos ya porque los he estado colgando en otra pagina así que los podré pronto!!! besos!!!

1 comentario:

  1. waw sige escribiendoi son las 4 de la madrugada y estoyy leyendo jaja
    sige escribiendo esta muii bueno=)

    ResponderEliminar